MILKY ROONEY Y LA GUINDILLA FANTASMA (nueva delicia sureña)
El bebé provecto gustaba de cenar en lo más hondo del bayou chuletillas de aligator, siempre muy picosas, pero, audaz a la par que cauto, se hacía acompañar de nodriza para paliar con un buen chute lácteo las subidas de capsaicina...
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