lunes, 18 de enero de 2016

LAS CANCIONES DE MI VIDA 44


JUGANT A BOLES

letra y música: Jaume Sisa
intérprete: SISA


Jo estic molt bé aquí jugant a boles.
Si tu vols, pots venir amb mi a jugar a boles.
Faré un lloc i te'l deixaré.
Un racó on podràs jugar, un racó on podràs jugar,
podràs jugar, podràs jugar.
Però si avui no tens ganes de jugar a boles, és igual,
no vinguis a jugar a boles.
Com que igual hauràs de venir, faré un lloc i te'l guardaré,
faré un lloc i te'l guardaré, tot per tu,
te'l guardaré, te'l guardaré.

Leyendo la correspondencia de Kafka me ha venido a la mente esta canción...

viernes, 1 de enero de 2016

KAFKARRIAS



«Creer en el progreso no significa creer que ya se ha producido un avance. Eso no sería creer.»

«Hay dos pecados capitales humanos de los que se derivan todos los demás: la impaciencia y la negligencia. A causa de su impaciencia, fueron arrojados del Paraíso. A causa de su negligencia, no regresan a él.  Tal vez haya sólo un pecado capital. la impaciencia. A causa de la impaciencia, no regresan a él.»

"El chiquillo que, sin la menor idea de lo que significa todo aquello y sin posibilidad de orientarse, con los oídos llenos de ruido, avanza empujando y recibiendo empujones."

"...o como una disección casi indolora practicada en vivo, en la que el bisturí, prudente, enfriando un poco, deteniéndose y retrocediendo a menudo, a veces permaneciendo inmóvil, va separando membranas delgadas como hojas, muy cerca de otras partes del cerebro que siguen trabajando."

«Diabólico dentro de una total inocencia.»

"¿Debo agradecer o maldecir mi capacidad de sentir amor pese a toda mi desdicha, un amor no terrenal, aunque dirigido a objetos terrenales?"

"Si a una cultura desordenada, dotada sólo de la mínima cohesión imprescindible para su mera, insegura existencia, se la incita de repente a realizar tareas con un límite de tiempo y, por lo mismo, necesariamente enérgicas, a desarrollarse, a hablar, lo único que se obtiene es una respuesta amarga en la que se mezclan el orgullo por lo conseguido, que sólo puede soportarse recurriendo a todas las fuerzas no ejercitadas, una pequeña mirada retrospectiva al saber, que huye sorprendido y que es de una movilidad especialmente ligera porque era más barruntado que asentado, y, finalmente, el odio y la admiración del entorno."

"Una lluvia de neurastenias cae ininterrumpidamente sobre mí."

(FRANZ KAFKA)