martes, 1 de febrero de 2022

EN EL SUPER (pues eso...)


"Hoy todo el mundo se preocupa por los demás según las normas que se acordaron..."

(cantaba yo hace casi cuarenta años)


¿Y por qué no? Se me ocurrió darme un homenaje. Por una vez, fui seleccionando los artículos sin mirar el precio ni ceñirme a marcas blancas. Incluso me asomé a la sección de delikatessen.

Ya en la caja, rompí mi hucha/cerdito frente a la empleada y saqué el montón de 👍👍ME GUSTA que había ido atesorando en las redes sociales.

Me dijo que aquello no era una forma de pago aceptable. 

¿Cómo, que toda aquella muestra de empatía y afecto y solidaridad que representaban los emoticonos no repercutía en la mejora de mi precaria calidad de vida? 

Me cogí un mosqueo...