domingo, 23 de junio de 2013

FAN... KENSTEIN

"Pero qué público más tonto tengo: panilla fina me ha caído a mí..." (autocita)


Cómo les gusta a algunas gentes resucitar a sus combos favoritos en vez de darse cuenta de que, cuando éstos desaparecieron, dejaron un cadáver relativamente aceptable y que su eventual ¿vuelta a la vida? no es sino una penosa galvanización en base a bajos (muy bajos) instintos de venalidad y egos (en la acepción más chulesca e insalubre de esta palabra). Los grupos desaparecen por unas razones, SIEMPRE DE PESO, razones tejidas de desavenencias, de traiciones, de decepciones irreversibles y la mera hipótesis de una reentreé sólo será un mero ejercicio de cinismo, que debería de causar grima y espanto al auténtico seguidor, a quien sabe que esa canción sólo tiene sentido escuchada en su contexto original o, en todo caso, recuperada por esos artistas en ulteriores avatares de su singladura (nuevas formaciones, unas más sólidas lealtades y una mayor comprensión de lo que desean hacer, comulgando en la MUSICA y no en la mera expectativa económica o en la grimosa -por anacrónica- afirmación egotista), sin voluntad de cover, con la frescura del primer día.



sábado, 1 de junio de 2013

INQUIETUDES

Hay inquietas e inquietorras.

La Mujer Inquieta no se pretende, se sabe tal (esa certeza la lleva a la discreción, incluso a mostrarse esquiva: todo lo contrario a la procacidad de las impostoras).

A veces (o mejor, con frecuencia), la Mujer Inquieta lleva gafas. Desde las que mira mejor dentro de sí y también, saltando esa alteridad filistea que tanto la abruma y desagrada (ese asfixiante smog social saturado de futilidad), a la Naturaleza (esto es, a cualquier paisaje -sea una mayestática avenida berlinesa sea un bosque boreal sea una playa neozelandesa con promesas de Antártida- gozosamente desprovisto de gente -que no de personas, de ocasionales transeúntes-).

La carne de la Mujer Inquieta suele pasar desapercibida y, cuando no es así, lo es siempre desde el malentendido: sólo algunas miradas Otras podemos apreciar su brillo trasmundano.

La Mujer Inquieta está hecha de entelequias (entelequias conscientes de su anómala condición). En cuanto a las inquietorras... abundan en el Facebook.