domingo, 15 de septiembre de 2019

ESOS SUEÑOS TAN TONTOS...




Desde la libertad que me da mi situación de desahuciado civil, de sujeto que ni pincha ni corta en el ámbito de la "polis", de juguete roto con veleidades geopolíticas, aquí suelto mi Gran Sueño de Administración Peninsular:

un único Estado en el cual ninguna región carezca de salida al mar, lo que posibilitaría la desaparición de microrregiones y la conjunción de grandes subdivisiones territoriales, que yo veo en una Castilla la Vieja recobrando el balcón cántabro, una columna asturleonesa, una conjunción vasco/navarra/riojana, una Mancha que desemboque en el Mar Menor, una recomposición catalanoaragonesa con el concepto de Países Catalanes liberado de supremacismos "de parte" y más centrado en sinergias de territorio, una Andalucía que integre a Ceuta y Melilla, una Extremadura vinculada al Alentejo y Algarve y una Galicia conjugada con Oporto.

Por supuesto, ello supondría una desintoxicación de los nanoexpansionismos nacionalistas y una voluntad IBERISTA que supere desconfianzas de antaño. Pero, en relación con nuestra península, una terapia de recomposición territorial no vendría mal para abandonar solipsismos, redimir "vaciamientos" y equilibrar respetos en la consiguiente descentralización (descapitalizando ministerios e instituciones no en cesión autonómica sino no centralizando sus sedes en un único punto -incluso mantendría, por su valor simbólico, la bicapitalidad Madrid/Lisboa, todavía más matizada por lo dicho de "recapitalizar" otras ciudades de la península a nivel de instituciones de Estado, algo perfectamente factible en una logística de cibercomunicaciones, sin el imperativo físico de otros tiempos-).

En fin, tenía ganas de desahogarme con esta estupidez y ya lo he hecho. Ahora, que quienes ¿controlan? sigan mareando la perdiz.



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