viernes, 1 de diciembre de 2017

ROMPIENDO OTRO FALSO DILEMA



En el teatriyo los histriones, performando su guerra civil sobreactuada, se golpean con martillos de caramelo rancio. En un martillo aparece la palabra CONSTITUCION. Los otros, en el suyo, han escrito VIVA LA CONSTITUYENTE.

Pero nadie usa la palabra clave, el concepto que trascendería de veras el teatriyo: INSTAURACION. Ese término usado en su momento por el franquismo para temas de sucesión y que el propio Franco, con sus cautelas rajoyanas tras la salida del poder de su presunto homólogo De Gaulle (las mismas cautelas que mostró dejando huérfanas a las provincias africanas y cortando las alas a las ambiciones nucleares de Carrero), se encargaría de sabotear.    

INSTAURACION: ese concepto palmariamente complejo y oportunamente categórico, sincretizador de épocas, que, de manera diversa (según la circunstancia propia), intentan sacar adelante (con mayor o menor fortuna: las tareas complejas y categóricas requieren su tiempo) nombres como Orban, Erdogan o Trump, siguiendo el modelo (cada día más y mejor atado) del Putin Amo. En otras zonas (Italia, la mitteleuropa de Visegrado contagiada de "orbanidad", Francia, el ámbito germanoparlante...) la dinámica INSTAURADORA va calando también (entre avances y traspiés, desde la incertidumbre de un panorama movedizo) cara a un ¿inminente? (desde luego, ineludible) reseteo del ya carcomido "Nuevo Orden Mundial".  



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