[Esta noche he soñado con una película imposible basada en un libro absurdo. En el sueño aparecían Sartre, Céline, Gregory House... La película estaba dirigida y adaptada al alimón por Jaime de Armiñán y Fernando Fernán-Gómez. Producía (y también intervenía en el guión) José Luis Borau. De Céline hacía ese actor norteamericano de rasgos tan celinianos, Richard Kiley. Se dedicaba bastante atención a Céline pero sin acritud, en plan "abogado del diablo". Tengo constancia de que esa película nunca se ha hecho pero, al despertarme, se me ocurrió buscar en el Google un libro así. Y resulta que el libro sí existe. Absurdo, escrito (¿escrito?: dada la cantidad de material ajeno recuperado, más trabajo de montaje que de creación, pero la intención es lo que cuenta) por alguien insospechado y ajeno a las más incorrectas obsesiones celinianas, sin un provecho claro (según los "cánones establecidos") en cuanto al tratamiento de la figura de Destouches (lo dicho hace un momento sobre lo que cuenta la intención). He hecho un paréntesis en mis lecturas sartreanas y me lo he tragado de un tirón. Creo que de todo esto saldrá en breve una entrada para mi blog...] AUTOCITA: post en Facebook hace unos días...
"Soy así. No hay más" (GREGORY HOUSE)
"Tú eres tú, tu vida, y nada más." (J.P.S.)
"Tú eres tú, tu vida, y nada más." (J.P.S.)
Cuanto más profundizo en Sartre lo que más me acerca a él es lo que tiene de House y lo que me resulta más ajeno es aquello que asocio con el demiurgo políticamente correcto que pretende hacer de House algo "mejor", más "reeducable" (esto es, más impostor de sí mismo). AUTENTICIDAD: me atengo a este término sartreano encarándolo a REINVENCION, eterno reproche en la trayectoria de Sartre. Hay ambas cosas en lo que voy leyendo. Me quedo con lo que siento como más auténtico (esto es, más incómodo a los ojos de la siempre pornográfica "buena conciencia progresista", esa que al final acaba desembocando por sobreactuación degenerada en el caligulesco sadismo de los twitters de Cassandr@ y otros freaks podemitas -¿última vuelta de tuerca de lo que algunos han entendido por inconformismo sartreano?-).
Me gusta esa pudibundez exhibicionista, tan alienígenamente dandy, un punto diogeniana, con que House carga con la cruz de su pierna. Por el momento todavía no sé cómo cargaba Sartre con la de su ojo pipa (¿tal vez hay algo en REFLEXIONES SOBRE LA CUESTION JUDIA donde se intuye, en su taimada ¿calidad? chapliniana de "judío honorario", que "respira por la herida" usando las afrentas ajenas para lamerse las propias? -una herida seca, momificada, que no sangra ni duele salvo en el ego maltrecho por la mirada de los otros, a diferencia del dolor físico, estigmático, concreto y constante, como la trepanada cabeza de Destouches, que House palia con Vicodina: a estas alturas de mis lecturas, aún sin llegar a la década de los 50, sigo pesquisando la Vicodina de Sartre, ¿me atrevo a presumir que ambiciones políticas de un solipsismo "egoplatónicamente" tercerista en ese momento de desahogo inaugural de su revista/plataforma LES TEMPS MODERNES, con resabios troskizantes y escocimiento de los ataques del vocero estaliniano Garaudy, con esas nostalgias vicarias por el poderío "asesor" de los intelectuales franceses en el XVIII? ¿y después? a suivre...-).
"Prefiero ¿equivocarme? a favor de House
a ¿acertar? con quienes desean afeitarlo de barba y de cuerna."
(paráfrasis de cierto dicho popular sobre Sartre y Raymond Aron)
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