[haikumenaje a Agustí Villaronga, tras leer la subyugante biografía de Pilar Pedraza que me pasó Dildo]
El Tiempo, esa bufanda urticante, nos amadeja en su abrazo: vida y deseos, muertes y culpa, nostálgicas esperanzas de redención por la Falta anterior a toda memoria que los días se empeñan en pasarnos por las narices. El Tiempo, apretada lid, nos ciñe y prepara, bien ajustados, guarnecidos y chorreantes de jugos, para el Ultimo de los Días como pavos de Acción de Gracias al filo del horneado final.