Oigo hablar de "feminazis" y no puedo por menos que sonreir. Al fin y al cabo, es una polémica de tíos (misóginos mostrencamente miopes) contra tíos (titiriteros proxenetamente tiernos) con las féminas en medio, a modo de cobertura pastelera, factor de distracción y/o pellejo de gorda como tricotado por Jame Gumb. Me extenderé algo más con este comentario que en su momento colgué en FB a propos de unas declaraciones de Lilith Verstrynge:
Nueva confirmación de que detrás de cada feminazi hay un proxeneta tierno (tras las FEMEN los macarras ucranianos que las crearon, tras Irene su Pablillos, tras ésta de la foto su papito, sin olvidar a ZP, Sánchez o el demiurgo Soros): Si la vice usaca llega al podio por muerte o apeamiento legal del abuelito Biden, será interesante saber si actuará como títere de alguien (masculino, por supuesto) o tendrá la férrea capacidad de mando de Thatcher, antimateria de lo feminazi y única dirigente hembra que nunca admitió autoridad de un tío sobre ella (su interactuación con Reagan fue de señorita Rottenmeyer y con Gorbie de alcahueta/diplomática).
La única feminazi coherente y en parte justificada (por su trágica biografía) sería Valerie Solanas (la que balaseó a Warhol) con su andricida manifiesto SCUM. Pero a ésta las payasas de ahora ni la mentan...